¿Quién iba a pensar que la búsqueda de la posteridad y el amor pasaría por comer uvas? La costumbre española es tragar doce de estos pequeños frutos al filo de la medianoche para dar la bienvenida al Año Nuevo.
Podría pensarse que esta práctica, que se remonta a 1909, está muy pasada de moda. Pero con Internet y redes sociales como TikTok, se está convirtiendo en un fenómeno internacional. Spoiler alert: no hace falta arrastrarse bajo una mesa para comerse las uvas.
Este año tuve la suerte de celebrar la Nochevieja en la Plaza de Tendillas de Córdoba, una preciosa ciudad del sur de España. Me di cuenta de que esta práctica sigue siendo habitual, ya que la gente se pasea con bolsitas de uvas. Luego las engullen bajo doce golpes de guitarra (una particularidad de esta ciudad) con apetito, sin arcadas. Es una experiencia maravillosa que no puedo sino recomendar, y que espero les traiga posteridad y amor.