12 uvas, 12 chupitos, 12 meses de felicidad en Córdoba

¿Ha pasado alguna vez la Nochevieja en Córdoba? Si no es así, ¡se lo está perdiendo! Imagínese en la Plaza de Tendillas, rodeado de miles de personas, con el corazón lleno de ilusión. Es un lugar donde perduran las tradiciones, donde se produce la magia y se forjan los recuerdos. 

A medianoche, suena el reloj y todos miran al cielo. La multitud, un mar de sonrisas y ojos brillantes, se agolpa a tu alrededor. Cada persona sostiene doce uvas entre los dedos, listas para ser comidas cuando el reloj dé las doce campanadas.

Con cada campanada, se saborea una uva, que lleva consigo un deseo. Según la tradición, estas doce uvas nos traerán felicidad y prosperidad en el año venidero. Una atmósfera de emoción, intercambio y alegría acompaña a esta tradición. Es un momento único en el que el tiempo parece detenerse, en el que los lazos se estrechan y uno se siente parte de una gran familia.

Después de las 12 campanadas, ¡el cielo se ilumina! Estalla un magnífico castillo de fuegos artificiales que ilumina la plaza con mil luces. Toda la multitud está asombrada. Miramos este espectáculo mágico, con el corazón lleno de gratitud y magia. Los fuegos artificiales dan paso a un concierto frenético con una multitud eufórica que baila y canta hasta el amanecer, en un ambiente festivo y animado.

Pasar la Nochevieja en Córdoba es un poco como reencontrarse con el alma de la infancia. ¡Es un momento mágico en el que uno se siente bien!  Gracias a Córdoba por esta experiencia inolvidable. 

¿Nos vemos el año que viene?