La suerte de crecer en un pequeño pueblo como el mio (Nuoro), Italia, te da la oportunidad de niño de crecer con antiguas tradiciones y sueños y de llevarlos siempre en su corazon. Hace dos años, cumplì mi sueño y fuì a vivir a Sevilla. El camino no fue facil, nuevo idioma, nuevos habitos, nueva comida, pero siempre positivo.
Lo primero que me llamò la atencion de Sevilla fueron el clima y los monumentos: mucho calor y mucha historia. Mi monumento preferido es el Alcazar. De el, lo que mas me ha gustado fueron las puertas, los dibujos en la pared, los techos y los jardine con grandes Fuentes y flores. Nunca me canso de verlo.
La cocina española me ha abierto mucho la mente y he entendido que no existe un plato errado o un modo de cocinar equivocado. Cada cultura tiene su propia costumbre, su propia gastronomia y su religion. La cosa mas buena de la cocina española es que no se detiene solo en si mismo, sino que abre un camino a otro tipo de cocina. Sevilla por ejemplo se basa mucho en la cocina arabe y peruviana que aconsejo de provar. Sevilla es una ciudad muy bonita tanto para unas vacaciones, como para vivir, a mi me ha dejado una marca que llevarè siempre en mi corazon.